“Conocí el método Babysapien en el año 2011. Estaba buscando un curso de estimulación para mi hija, que entonces tenía dos años, y encontré información en una revista especializada. Llamé para informarme y me atendió la psicóloga María Hernández, que me explicó en qué consistía el método y qué resultado se podían obtener. Me llamó la atención que me dijera que los niños que asistían a las clases de Babysapien destacaban en dos ámbitos, el lenguaje y la memoria. La niña comenzó en septiembre y acudimos una vez a la semana para tomar dos clases durante prácticamente todo el curso escolar. Para el mes de diciembre, ya eran visibles los primeros resultados. Su lenguaje era mucho más fluido, la pronunciación correctísima y éramos capaces de mantener una conversación sencilla con ella. Además, tal y como María nos había indicado, tenía una memoria que nos llamaba la atención a todos.

Estas aptitudes fueron incrementándose a medida que avanzaba el curso, y en junio cuando finalizó, la mejora era más que evidente. De la misma forma, en la guardería que acudía nos comentaron cómo la niña tenía una madurez extraordinaria y un lenguaje muy adelantado a su edad. Era y es muy despierta y en el colegio posteriormente le ha ido francamente bien.

Lo cierto es que la experiencia fue tan positiva que decidimos repetirla con nuestro segundo hijo. Le volvimos a apuntar a la misma edad que Jimena, los dos años, y nos ha ocurrido exactamente igual. Las clases comenzaron en septiembre y en diciembre ya pudimos observar cómo su lenguaje se había enriquecido muchísimo. También tenía una gran memoria y notamos un salto de madurez muy grande.

En resumen, la experiencia ha sido muy positiva y la recomendaríamos a todo el mundo."